12 ene 2015

Recursos Paz

Manos por la paz

Hay manos muy suaves y tibiecitas.
Hay manos gastadas de trabajar.
Hay manos con miles de arruguitas
y manos chiquitas que quieren jugar.

Hay manos que siembran y que cosechan.
Hay manos que enseñan a caminar.
Hay manos muy fuertes que me protegen
y manos abiertas para ayudar.

Pero hay otras manos que sólo lastiman,
que ensucian la tierra, el cielo y el mar.
Son manos muy feas y muy egoístas.
Son manos que hacen al mundo llorar.

Levanten las manos todos los que quieran
un nuevo camino muy juntos andar.
Que se queden solas esas manos malas
y sólo las nuestras salgan a volar.

La mano que cura, la mano cansada,
la que es muy traviesa, la que está arrugada.
La mano que tiembla y la que consuela.
La mano que amasa, la mano que reza.
La mano que busca justicia y verdad.
Tu mano... mi mano... juntas por la Paz.

(Mónica Tirabasso)
Canciones para mi escuela N°2

Ver vídeo aquí: http://www.youtube.com

Fuente. blog Mi sala amarilla

Outras páxinas


Cuento

Cuento sobre la paz

Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos que constantemente se amenazaban aprovechando el menor pretexto.

Uno de ellos decidió declarar la guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar.

El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.

—¿Por qué no lo trajiste? —le reclamó.
—No pude cargarlo, pesa mucho —contestó ella.
—Yo mismo iré por él.
—No, por favor no lo toques —pidió la madre mientras le impedía el paso.
—¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco? —preguntó él.
—Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días su madre les trae de comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traerá desgracias a nuestro país..

El príncipe no quería discutir con su madre y se presentó al combate sin casco. Al verlo, su enemigo quedó sorprendido.

—¿Cómo se te ocurre combatir así?
—Mi madre halló que en el casco viven una paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño.

El otro príncipe no podía creer lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era cierta.

—Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre. Se me hace que apenas rompieron el cascarón —confirmó el enviado.

Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo.

—Hagamos la paz para siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus polluelos ¿cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de personas?

Desde aquel día, los dos reinos fueron amigos y la paloma se convirtió en símbolo de la paz.

(Leyenda de Bakú, Azerbaiyán)

Fuente: blog Reflejos de luz



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